El País Digital

Sentado, pensando en las cosas que pasan en este mundo, por el que se me ocurre que debí haber entregado mucho mas, escucho en la radio una versión muy digna y para nada demagógica del tema; “a esta hora exactamente hay un niño en la calle”. En los ámbitos nacionales se gastan ríos de tinta y horas de los medios en la discusión de PLUNA, de la derogación de una figura jurídica, ... pero a esta hora exactamente hay un niño en la calle. Los vecinos nos apresuramos en llenar la heladera con un “simple remedo de la felicidad” (permiso José), para que el año que comienza venga con la esperanza de que el cambio de cifra produzca el milagro de un mundo mas justo... y esta hora exactamente hay un niño en la calle. En la escena internacional los dueños de la vida discuten, cuantas muertes costará este oleoducto o aquel acuífero, y a esta hora exactamente hay un niño en la calle. Aparte, una madre, mujer hormiguita, aplaza sus dientes flojos y su falda remendada, para priorizar la pelota, la muñeca, la pequeña piscina de plástico para sus hijos-sueños que transformarán el mañana en un día de justicia... y a esa hora exactamente hay un niño en la calle. Un padre, orgulloso de lo que progresó este año, como forma de mostrárselo a sus parientes y vecinos, le compra una moto al nene de trece años que juega en la sexta del Agapito e hizo cuatro goles este año... y a esta hora exactamente hay un niño en la calle. El lavador de narcodólares habla en la tele de la importancia de terminar con la violencia, bajando la edad de imputabilidad. Mientras el santurrón se rasga las vestiduras contra la despenalización del aborto y el consumo de marihuana... pero a esta hora exactamente hay un niño en la calle. Hay hombres luchando por un mundo mas justo y bello, con las armas que saben manejar: el pincel, la pantomima, la pluma, la canción, la imagen, la música o solo el pico y la pala... saben bien que a esta hora exactamente hay un niño en la calle. La burguesa miope se ofende porque en la escuela le enseñan a su nieta a decir vagina en vez de chochito y le hablan de gestación y no de cigüeña, hay un hipócrita dolorido porque los homosexuales pueden amarse con orgullo y adoptar hijos... pero a esta hora hay un niño, un nieto, un hijo, un hombre pequeño que es tan hijo de Dios como Jesús... sufriendo en la calle. 
Fernando Falco

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