Talcot Parsons
Vamos a discutir en el marco en el marco de la
controversia entre los enfoques subjetivistas y los objetivistas (el punto
de vista de la acción vs. el punto de vista del sistema) para analizar los problemas
sociales, la obra de Parsons. Parsons fue quien por primera vez entiende
que la teoría sociológica estaba atravesada por estas perspectivas.
Reconoce que el problema es lograr una integración entre ambos enfoques.
Hacia la década del 30´ reconoce que falta en la teoría sociológica un
lenguaje común, un cierto orden teórico que permita la fluida comunicación
entre los distintos enfoques. Es el primer teórico que diagnostica el
problema de la diversidad irreducible de enfoques sociológicos. Y a la vez,
es el primer autor que intentó resolver este problema. Parsons intentó
construir una teoría general, integradora, es decir poder generar una
teoría tan general, tan abstracta, tan amplia, tan comprensiva que permita
articular las principales hipótesis y los principales conceptos de las
diversas corrientes en pugna, objetivismo y subjetivismo. Esta teoría la
llamo “teoría general de la acción”. Era una especie de lenguaje general
para la teoría sociológica. Buscó una teoría general de la sociedad. Una teoría
sociológica no es una teoría de la sociedad. Una teoría de este tipo busca
pensar la sociedad como una totalidad, es decir busca formular y explicitar
la relación de cada una de sus partes y dimensiones. Existen teorías
sociológicas del Estado, la política, la cultura, etc. Pero hay muy pocas
que busquen relacionar la política, la economía, la cultura, la
subjetividad, la familia, la ciencia, la religión, etc., es decir que
busque relacionar las complejas dimensiones que forman lo social como
totalidad. Parsons piensa la interdependencia y la interpenetración de
estos niveles de lo social. Hay que tener en cuenta que toda la teoría que
surgió a partir de los 70’ lo hizo con la intención de criticar a Parsons;
la teoría sociológica moderna es post parsoniana. Lo que fue abandonado a
partir de los 70’ fue la ambición de construir una teoría de la sociedad.
Se abandonó el proyecto de pensar la totalidad social. Teoría de la
sociedad es lo que hicieron en el siglo XIX Hegel (en filosofía del
derecho) y Marx. Parsons es recordado como el padre del
estructural-funcionalismo, pero es importante saber que este es tan solo
uno más de los tantos intentos de formular una teoría de la sociedad a lo
largo de su carrera intelectual, no es el único, no es el más elaborado, y
probablemente no sea el más importante. Lo que hizo tan famoso este modelo
es que por primera vez en la historia de la sociología las comunidades de
sociólogos de los más diversos países podían entenderse, es decir hablaban
un lenguaje común. Este es el modelo que se institucionalizó en las
universidades. No hay un Parsons, hay varios. El problema que tuvo Parsons
en su intento de construir una teoría unitaria es que, en todos sus
modelos, no pudo dejar de identificarse con una de las posturas sociológicas
que el decía querer superar, la teoría de la acción y la teoría de
sistemas.
Cuál es el objeto de estudio
de Parsons a lo largo de sus distintas formulaciones teóricas. Su gran
obsesión es poder comprender y explicar que es la acción. Al principio, en
sus dos primeros modelos, es la acción social, más tarde, en sus dos
últimos modelos, es la acción a secas, acción que incluía tanto la de los
actores como le comportamiento de
los animales. En 1937 escribe “la estructura de la acción social”. Busca
explicar cuál es la estructura de la acción, cuál es su esqueleto.
Claramente se podría decir que Parsons se inscribe en las corrientes
subjetivistas, individualistas, sin embargo si por su objeto de estudio,
Parsons es un teórico de la acción, por el marco teórico que elige para
estudiarlo es un teórico de sistemas. El marco teórico que elige para
estudiar la acción social es la teoría de sistemas.
En su primer modelo Parsons
desarrolla lo que el denominó “teoría voluntarista de la acción”. Y esta
está fuertemente influida por la concepción weberiana de la acción. De
hecho, cuando analiza los elementos que componen la acción social lo hace
de la misma manera que ya lo había hecho Weber. En esta teoría se propone
desarrollar lo que el llama “el marco de referencia de la acción”, es decir
un conjunto de categorías, un conjunto de conceptos y un conjunto de
hipótesis que sirven para explicar la acción. Entre estos conceptos hay uno
que es básico, el “acto unidad” (sería mejor llamarlo unidad de acción o
acción unitaria). Es el concepto central. El acto unidad es la acción
weberiana. Ahora, cómo razonó Parsons para llegar hasta él. Dice, lo que el
sociólogo quiere entender y explicar es la sociedad. ¿Qué es la sociedad?.
Para los teóricos sociales del siglo XIX, la sociedad es una totalidad. Es
algo que remite a una totalidad, una totalidad de fenómenos
institucionales, normativos, sociales interrelacionados entre si. A partir
de Weber aparece una nueva respuesta a la cuestión del objeto de estudio de
la sociología, se cambia su objeto de estudio. Weber dirá que la sociología
estudia la acción social y que la sociedad no es más que un conjunto de
acciones sociales, de relaciones sociales interrelacionados entre si. Aquí
están expresados los dos paradigmas, la sociedad vs. la acción social. Para
ambos la sociedad es una totalidad de fenómenos sociales interrelacionados
entre si, y esto es más o menos lo mismo que decir que la sociedad es un
sistema (es un conjunto de elementos relacionados de una determinada
manera, interdependientes, que pueden ser considerados como una totalidad,
una unidad). Para Parsons, como decíamos, el objeto de estudio es la
sociedad. Parecería que Parsons toma partido por un enfoque objetivista,
holista, pero inmediatamente aclara que sin embargo la sociedad es una
totalidad muy compleja y que no se puede estudiar así como es, en su
tremenda e infinita complejidad, porque es inabordable. Hay que intentar
descomponerla en elementos, en partes que si puedan ser entendidas por el
pensamiento. La realidad concreta es compleja porque está todo mezclado, lo
cultural, lo económico, lo político, lo personal, lo subjetivo, lo
religioso, lo moral, etc. Esta voluntad de separar en partes lo social
recuerda a las reglas del método sociológico de Durkheim que nos incita a
abordar los problemas sociales desde sus partes más elementales, más
simples. Parsons dice que la sociedad es muy compleja pero que tiene cierto
orden (yo como sociólogo tengo que partir de que en la sociedad hay un
cierto orden, sino no se la puede estudiar, sobre el caos no se puede saber
nada), porque la sociedad es un “sistema”, es decir es una “totalidad
ordenada”. Parsons va a descomponer el sistema sociedad en subsistemas, los
cuales también considera demasiado complejos y también vuelve a dividir en
subsistemas; este es el procedimiento de Parsons. ¿A dónde llega
descomponiendo la sociedad en sus partes componentes?; dice, voy a llegar
en algún momento a un subsistema que sea tan elemental que si lo vuelvo a
descomponer esas partes que quedan y que lo componen ya no son sociales, es
decir se pierde la cualidad característica de lo que yo estudio. O sea,
queda disuelto en elementos que son individuales, físicos, químicos, etc.
Lo que Parsons buscaba es el sistema elemental, el más básico, lo primario,
la molécula de lo social. Y aquí está lo interesante de este proceso ya que
comenzó descomponiendo una totalidad y se va a encontrar con que el
“sistema social elemental” es una acción. La sociedad está hecha de
acciones. Parsons realizó un “pase de manos” interesantísimo, por la
sencilla razón de que transformó a Durkheim en Weber. En fin, este sistema
social elemental al que se llega descomponiendo la totalidad social se
llama “acto unidad”. Cuando descompone el acto unidad (de manera durkhemiana)
en sus partes aparece el esquema de Weber; toda acción se compone de un
actor en situación. ¿Cuáles son los componentes de la acción weberianamente
hablando?. Son dos; toda acción tiene un componente subjetivo (el actor) y
un componente objetivo (la situación). La situación se descompone en
aquello que el actor no puede cambiar, las “condiciones de la acción”, lo
que le está dado, lo que lo condiciona en su accionar de una determinada
manera, y en aquello que el actor si puede cambiar y usar para realizar la
acción, los medios. Condiciones y medios son el componente objetivo de toda
acción. ¿Y el actor que pone de su parte en la acción?. Fundamentalmente
los fines, los fines son subjetivos. Como se ve en todo esto Parsons está
repitiendo a Weber. ¿Cómo selecciona los fines el actor?. Selecciona fines
según valores, los valores son una regla para seleccionar fines. Los fines
son el principio de toda acción. Los valores que atraviesan al actor le
habilitan a la vez que le prohíben la persecución de determinados fines.
Este análisis es weberiana, pero Parsons
agrega algo más que no estaba contemplado en Weber. Como dijimos el
componente subjetivo de la acción esta formado por los fines del actor, por
los valores del actor, pero también por normas. ¿Quién es el gran teórico
de las normas?, Durkheim. Ahora, Durkheim no dice que las normas son del
actor, no las inventa el actor, no las obedece cuando le conviene y cuando
no le conviene las desobedece. Las normas vienen de otro lado, de la
sociedad. Al actor las normas le vienen de afuera, de la comunidad moral de
la cual el actor forma parte. Y diría Durkheim, si hay normas en el actor
no es porque el las creó sino porque las ha internalizado a través de un
proceso de socialización, las hizo parte de su subjetividad, de su
personalidad. Entonces lo que hace Parsons es ubicar a las normas como ya
internalizadas por el actor, como algo que orienta el comportamiento del
actor porque están dentro de el. Al incorporar al actor las normas como ya
internalizadas Parsons considera que ha logrado reconciliar la teoría de
Durkheim con la teoría de Weber, el objetivismo con el subjetivismo, la
teoría de la sociedad con la teoría de la acción. A este esquema integrador
lo llama “teoría voluntarista de la acción”. La particularidad es que este
esquema es claramente weberiano, por lo tanto claramente subjetivista. Por
lo tanto no ha superado la separación entre objetivismo y subjetivismo, o
mejor dicho, si la ha superado lo hizo a favor de Weber.
Parsons piensa que este
esquema que el construyó está muy bien para pensar ciertas cosas, pero hay
ciertas otras para las cuales no funciona correctamente, en especial los
fenómenos que el denominó como “emergentes”. Estos son fenómenos que tienen
tal magnitud que son definitivamente macrosociales, tienen tal magnitud que
no pueden ser explicados por la subjetividad o la voluntad de un individuo
o de un grupo de individuos, que incluso parecen funcionar al margen de la
voluntad de los mismos. Ejemplifica pensando en ciertos fenómenos culturales
como el lenguaje, el mercado, etc. Por esta razón es que Parsons formula su
segundo modelo teórico.
El primer modelo teórico de
Parsons es fuertemente weberiano, el modelo siguiente, por el contrario, es
fuertemente durkhemiano.
El segundo modelo (corrimiento
hacia la teoría de sistemas): este modelo fue tan famoso en su momento como
la posterior teoría estructural-funcionalista, y se lo conoce como “modelo
tri-sistémico”. Entran por primera vez como categorías analíticas los
sistemas. Estas ideas están condensadas en los libros “el sistema social” y
“hacia una teoría general de la acción” (1951 los dos). Si para el año 1937
el gran problema de Parsons era cómo articular los diferentes enfoques
existentes en sociología, en el año 1951 el proyecto es mucho más ambicioso
aún. A Parsons en este período le preocupa el problema de la falta de
comunicación entre las distintas ciencias sociales, piensa que tiene que
haber una forma de construir una “teoría general de la acción” que pueda
aprovechar, que pueda formular de un modo tan básico las principales
hipótesis, hipótesis que tienen que ser comunes porque en el fondo todos
los cientistas sociales están estudiando lo mismo (al hombre), o sea, crear
un sistema de categorías, de conceptos y de hipótesis fundamentales que
puedan servir y ser reconocidas por un sociólogo, por un economista, por un
psicoanalista, por un antropólogo, etc. Si llegara a ser posible, esta
teoría sería extremadamente abstracta porque tiene que plantear conceptos y
hipótesis comunes a todos ellos con la enorme variedad que hay. Es una
misión gigantesca, está tratando de crear un “lenguaje común” para todas
las ciencias humanas. Ahora, incluso en esta época Parsons sigue creyendo
que su objeto de estudio fundamental es la acción, “el acto unidad” como lo
llama el. También cree que este conjunto de concepto y de hipótesis
generales siguen siendo el “marco de referencia de la acción”, pero lo va a
formular de otra manera. En 1937, la época del modelo “voluntarista”, la
sociedad se explicaba por la acción; la variable independiente era la
acción, la variable dependiente era la sociedad, o los distintos sistemas
sociales. Cuando llegamos a la acción termina la explicación causal. En el
modelo del 51’ esto se invierte, lo que hay que explicar ahora es la
acción. La acción en el modelo anterior era una especie de átomo, era lo
que era indescomponible, lo básico y elemental. En el modelo de 1951
Parsons va a decir que la acción puede ser descompuesta, que la acción es
un sistema (esto lo dijo en una clase según Luhman), por lo tanto tiene
partes. Aquí comienza el viraje que llevará a explicar la acción en
términos sistémicos. La acción es un sistema, es decir que tiene un orden
interno, tiene partes y relaciones entre las partes, hay que explicar esto.
La acción no es algo simple y tampoco es lo que explica todo, es lo que
debe ser explicado. La acción es un resultado, no es una causa, es un
efecto. Es un resultado del cruce, de la articulación de distintos
componentes que tienen su propia lógica y que cuando se cruzan dan lugar a
una acción. A estos elementos los llama “sistemas”. Entonces, la acción es
el resultado de la interacción de 3 sistemas, 3 órdenes, 3 lógicas, 3
dimensiones que al cruzarse y al articularse generan una acción. Estos sistemas
son el de la “cultura”, el de la “personalidad” y el de la “sociedad”. La
acción es el entrecruce de 3 factores: “factores simbólicos”, “factores
subjetivos” y “factores normativos”. La acción es la acción de una persona,
de un “sujeto”, que tiene “motivaciones”, que tiene “necesidades”, que
tiene “intereses”, que tiene “deseos”. Hay un componente “subjetivo” en
toda acción, pero no se agota en este componente, porque un individuo, es
decir un “sistema de la personalidad”, es decir una persona puede tener en
un determinado momento una multitud de “orientaciones de acción” , de
“motivos” para actuar de muy diversos modos y, sin embargo, ninguna persona
hace en ese momento todo lo que desea hacer. Es cierto, una acción está
sostenida en la “subjetividad” del individuo, en su personalidad, en su
“estructura motivacional” pero no se agota en ello; hay algo que selecciona
y actualiza determinadas “orientaciones de acción”. Yo como profesor de
sistemática puedo tener muchas orientaciones de acción en este momento,
muchos deseos, pero en la clase de sociología sistemática solo puedo
actualizar una o alguna de ellas, dar clases sobre Parsons. No corresponde
que haga cualquier otra cosa. Yo podría tener en este momento ganas de
pararme en el escritorio y ponerme a bailar, pero no lo voy a hacer porque
no puedo hacerlo, porque no corresponde; ¿porqué?. Por que mi acción no se
sostiene, no se actualiza, no se activa únicamente en mi subjetividad, en
mis deseos, en mis motivos, en mis “orientaciones de acción”, sino también
en un “orden normativo” que está vigente en esta “situación”. En este lugar
en el que estamos nosotros no hay solamente 100 alumnos, cuatro paredes, un
pizarrón y un profesor, también aquí hay un conjunto de normas que están
vigentes y que ordenan nuestro comportamiento y, sobre todo, nuestro
“comportamiento recíproco”. Todos ustedes también tienen un conjunto de
orientaciones de acción que no pueden actualizar en este momento excepto
aquellas que se adecuen al “contexto normativo de la situación”. Mi acción
está sostenida en mi subjetividad pero también en un contexto social, en un
sistema social, en un “sistema de roles”, en un “sistema de reglas”, en un
“sistema de instituciones” que están vigentes en este momento aquí, y que
no están vigentes en el pasillo, por ejemplo. Por lo tanto en el pasillo
puedo hacer ciertas cosas que aquí no puedo hacer y, en el pasillo, no
puedo hacer ciertas cosas que aquí si puedo hacer. Pero, aún así hay que
decir que para que tenga “sentido” para todos nosotros esta clase de
sociología, a esta hora y en este lugar; dar una clase de sociología, que
eso sea válido, que sea legítimo y que en este lugar corresponde hacer eso
y no otra cosa, cualquiera que sea, tiene que intervenir otro factor más.
Tiene que intervenir algo que valide nuestras “expectativas mutuas”, algo
que haga que sea comprensible para nosotros lo que estamos haciendo en este
aula, algo que “sostiene” mi subjetividad y el orden normativo vigente
aquí, es decir un sistema ordenado y articulado de “símbolos”, de “pautas
culturales significativas”, es lo que da sentido a las reglas que cumplimos
y a las orientaciones de acción que cada uno de nosotros tiene. El
“sentido” que es la base de todo esto proviene del “sistema cultural”. Cada
vez que actuamos se dan la mano estas 3 dimensiones. Sin esto no hay
acción. La acción es un sistema resultante de la articulación del “sistema
de la personalidad”, el “sistema cultural” y el “sistema social”. Parsons
pretende desarrollar el funcionamiento, la lógica propia de cada una de
estas 3 dimensiones. Este es el núcleo del argumento del modelo
trisistémico.
Entonces, ¿en qué consiste
el análisis de cada uno de estos 3 sistemas y sobre todo, cómo surge una
acción para Parsons?. Bien, los sistemas de la personalidad concretos,
empíricos, somos cada uno de nosotros. Sus componentes son los motivos, es
decir que los sistemas de la personalidad son “sistemas de motivos”,
“sistemas motivacionales” o también sistemas compuestos de orientaciones de
acción. Un motivo es una orientación de acción. Cada sistema tiene una
estructura, los sistemas de la personalidad tienen una “estructura
motivacional” es decir un conjunto de “orientaciones de acción”. Y lo que
tiene en común las conceptos de estructura y sistema, aunque también tienen
mucho en que divergen, es que en los dos casos está implicada la idea de
orden. Si yo digo que soy una estructura motivacional no estoy diciendo que
soy una “bolsa de motivos”, sino que mis motivos están ordenados de una
determinada manera, la cuestión es qué ordenó a mis motivos, qué es lo que
sostienen mi estructura motivacional, porque, por ejemplo, un bebé es lo
más parecido a una bolsa de motivos, de orientaciones de acción
completamente discordinadas, desordenadas; no podríamos decir que un bebé
tiene “personalidad”. Ahora, podemos decir que este bebé va estructurando
su personalidad y adquiriendo una personalidad a medida que vamos
reconociendo un cierto orden en su estructura motivacional, es decir en su
comportamiento. ¿Qué es lo que hace que ese bebé adquiera y desarrolle una
estructura motivacional?. Con respecto a los sistemas sociales están
compuestos de interacciones o de relaciones sociales o de instituciones
sociales (relaciones sociales estabilizadas y reglamentadas). Ahora, si
descomponemos a una institución cualquiera en sus partes hasta llegar a la
parte más elemental podemos decir que una institución es un conjunto de
“roles”. Entonces, como los “sistemas sociales” están compuestos de
instituciones, podemos decir que en última instancia también están
compuestos de “roles”, son “sistemas de roles”, de “papeles” que se
sostienen en “expectativas recíprocas”, hay “expectativas de rol”. Pero los
sistemas sociales no están compuestos de personas, de individuos. Las
personas, los individuos, para Parsons y en general para toda la teoría
sistémica, forman parte del “ambiente”, del “entorno”, es decir del
“afuera” del sistema social. Las personas, los individuos, se encuentran en
otro sistema, el sistema de la personalidad. En los sistemas sociales hay
roles no personas. Lo que importa estudiar en los “sistemas sociales” son
las formas de las interacciones de la relación. Para un profesor que hace
15 cuatrimestres que viene explicando en una clase a Parsons y que sabe que
cuatrimestre tras cuatrimestre la historia es la misma, es decir que su
clase estará siempre compuesta por un profesor (el) y los alumnos no le
importa quién este delante de él en la clase, siempre habrá alumnos, sean
quienes sean. No importa quiénes encarnen ese rol (el de estudiante o
profesor), lo importante es que ese rol, o esos roles, siempre estarán
presente en esa situación social (o sistema social) particular llamado
clase de sociología. La estructura social es siempre la misma. Los sistemas
sociales no dependen de las personas, no se sostienen en personas, se
sostiene en roles. Ahora, hay una lógica, una reglamentación en el sistema
social “clase de sociología” que es diferente a la lógica del sistema
social “cena en familia”, que es distinto del sistema social “cola del cine”,
que es distinto del sistema social “trabajo en oficina”, etc. Cada uno de
estos es un sistema social completamente reglamentado que se sostiene en un
sistema de reglas, de normas, de roles, de expectativas mutuas. No existe
un ámbito social no reglamentado. Pero la relación social “trabajo en
oficina” es distinta a la relación social “café con amigos en un bar”.
Parsons está haciendo un recorte de objetos específicos, es decir qué
corresponde a cada sistema, después verá cómo se relacionan estos objetos.
Pero partiendo de la base de que esa relación no es transparente, no es
simple, no es inmediata, sino que es completamente problemática. Se están
superponiendo múltiples lógicas, y cada una va por su lado; la relación
entre estos 3 sistemas no es de una continuidad simple y natural, es
compleja y problemática. La relación entre individuo y sociedad es
problemática y, sin embargo, tienen que articularse de alguna manera. En
los “sistemas culturales”, no hay ningún elemento que pertenezca al orden
de lo empírico ni de lo concreto, hay cosas “abstractas”. En el sistema
cultural hay “ideas”, “representaciones”, “símbolos”. El sistema cultural
es un “sistema simbólico”, es decir que está compuesto por un conjunto
articulados y ordenados de símbolos; “patrones culturales” y “pautas
culturales” los llama Parsons. Estos “patrones culturales” responden a las
distintas orientaciones subjetivas de las personas. Hay distintos tipos de
patrones culturales. Los “patrones culturales cognitivos”, los cuales
proceden del aprendizaje de los individuos y que nos permiten saber e
interpretar el mundo; ejemplo: la ciencia, la filosofía, las mitologías, la
religión, etc. Los “patrones culturales expresivos” más primarios son los
lenguajes naturales que permiten la expresión y la comunicación. También
dentro de estos se encuentran los “criterios estéticos” acerca de lo bello
y lo feo, juzgan en términos de belleza. Los “patrones culturales
evaluativos” son fundamentalmente las normas y valores que nos permiten
juzgar el comportamiento de las personas según dos criterios: lo bueno y lo
malo.
El modelo trisistémico de
Parsons se caracteriza por 2 grandes argumentos. El 1ro es que la acción es
el resultado de la articulación de 3 sistemas (en el modelo del último
Parsons serán 4) pero no tienen todos la misma importancia, la misma
jerarquía a la hora de dar cuenta de la acción. De los 3, un sistema
predomina sobre los demás, el sistema cultural. Aquí Parsons, claramente se
hace heredero de la corriente sociológica durkhemiana-weberiana que pone
énfasis en el sentido, los valores, la racionalidad. La importancia y la
jerarquía del sistema cultural sobre los otros radica en que el orden
social se sostiene, según Parsons y en contraste con Marx, en la estructura
simbólica social. Parsons cree que el orden social se sostienen en un
consenso normativo y valorativo. ¿Porqué es tan importante la cultura?;
¿qué es el orden simbólico para la sociología y para la antropología?; ¿qué
es lo que sin cultura no existiría?. Lo que no existiría es el “sentido”.
Las pautas culturales dan sentido, permiten al ser humano entender,
interpretar. El ser humano, por su constitución antropológica y dado que en
él han retrocedido los instintos genéticamente pautados, no podría
sobrevivir en el mundo sin crear en torno a sí un mundo significativo. Por
su constitución antropológica, el ser humano puede vivir en el mundo si lo
que sucede en torno a el tiene sentido, es decir si puede interpretarlo en
términos de verdad-falsedad; justicia-injusticia; bondad-maldad. Y estas
valoraciones no son propiedades objetivas del mundo. La naturaleza carece
de sentido. El sentido es importante para el ser humano porque es lo que
ordena nuestras interpretaciones, nos permite entender lo que pasa. El
sentido ordena la práctica y la experiencia de los seres humanos. En el
sistema cultural están contenidos los “criterios de sentido”, las “pautas
de orden”, y es por ello que Parsons les adjudica jerarquía superior. Este
sistema es el que ordena la relación entre todos los demás sistemas. El
hecho de que los criterios de sentido del sistema cultural se “infiltren”
en los otros 2 sistemas (el social y el de la personalidad) es lo que
posibilita que estos tengan un cierto orden interno, porque lo que ordena
es el sentido, es la cultura. Por ejemplo: (pensando en el bebé) la cultura
al incorporarse, mediante los mecanismos de socialización, al individuo
ordena su subjetividad y constituye su personalidad. En el sistema social
hay relaciones sociales, hay interrelaciones que pueden ser extremadamente caóticas
si no aprendemos a ordenarlas y pautarlas según ciertas reglas de
comportamiento, es decir si no se “institucionalizan” roles y
comportamientos. Las normas y valores son componentes del sistema cultural
y esto es así porque son ideas, son símbolos, son elementos culturales. Si
estas normas y valores se “institucionalizan” pasan a ordenar efectivamente
las interacciones, pasan a formar parte de las prácticas reales y concretas
dentro del sistema social, sino no. En el sistema cultural hay muchos
sistemas de símbolos; hay muchos criterios de justicia, por ejemplo los
criterios liberales o individualistas y están los criterios socialistas o
universalistas, y nosotros los conocemos, los estudiamos, los compartimos,
forman parte de nuestro patrimonio cultural, pero no todos ellos se
“actualizan”. Hay algunos de todos estos que se actualizan en la práctica
societaria diaria en la sociedad burguesa moderna, otros no. Ahora, cómo se
nos podrían ocurrir a nosotros las ideas de liberación y revolución socialista
si estas no estuvieran ya contenidas en nuestro patrimonio cultural. Sería
impensable. Ahora, la institucionalización implica la operacionalización de
estas ideas a un nivel de prácticas e instituciones. Podemos pensar
alternativas sociales a las actualizadas porque tenemos sistemas normativos
alternativos que están disponibles en nuestro patrimonio cultural.
Entonces, una persona que ha internalizado convenientemente en su
“estructura motivacional” los sistemas de valores, pautas y normas se podrá
ajustar bastante bien en una sociedad que haya internalizado también las
mismas pautas culturales, valores y normas en sus instituciones. En este
caso, según Parsons, se produciría una especie de ajuste entre subjetividad
y orden social. Esta es la utopía parsoniana. Entonces, porqué hay ciertas
personas que se sienten desajustadas, que sufren y se rebelan. Porque la
familia y la escuela fallaron en su objetivo, es decir fallaron los
mecanismos de socialización; hoy un desajuste en el nivel del individuo con
respecto a las expectativas sociales. O porque se hayan institucionalizado
ciertas prácticas que responden a ciertas normas y valores que no permiten
la plena realización de la subjetividad individual; en el mismo nivel,
también porque hayan fallado los mecanismos de asignación de recursos entre
los distintos miembros de la sociedad, es decir que hay un problema de
distribución de roles, posiciones y recursos. Parsons cree que esto puede
generar un mecanismo de subjetividad creativa que modifica las instituciones
sociales para adecuarlas a las expectativas individuales. Entonces, los
cambios pueden venir por desajustes en cualquiera de estas dos dimensiones.
En los últimos 2 modelos
teóricos de Parsons vemos una progresiva radicalización de su postura en sentido
de la teoría de los sistemas. En los modelos anteriores el objeto de
estudio del análisis parsoniano era la “acción social”; por otro lado el
1er modelo estaba muy influenciado por la sociología de Weber, mientras que
el 2do modelo lo estaba por la sociología de Durkheim. A partir de ahora
Parsons no solo va a intentar explicar la acción social sino que va a
pretender explicar la “acción” en general pero desde una perspectiva
definitivamente sistémica. La acción animal se la denomina “conducta”. Aparece
un 4to sistema que no estaba contemplado en los modelos anteriores y que va
a modificar la estructura de la teoría parsoniana que se vuelve mucho más
objetivista que antes. El 3er modelo es el que se podría denominar en
términos estrictos “estructural-funcionalista” y fue bautizado por Parsons
como “modelo de intercambio sistémico”. También lo llamaba paradigma de las
4 funciones o “esquema A.G.I.L”. Aparece una nueva dimensión a considerar
para entender la acción y para la cual la teoría sociológica no tiene nada
que aportar. Es por ello que Parsons va a referenciarse no solamente en la sociología; a
partir de ahora va a tomar nociones de la biología. Va a utilizar una
noción de sistema proveniente de la biología. El nuevo sistema es el
“adaptativo”. Parsons piensa que la acción en general (de hombres y
animales) se puede pensar como un comportamiento de seres vivos con el
objeto de adaptarse a un “entorno”, a un “ambiente material”. Los seres
vivos actúan para resolver problemas de adaptación, de equilibrio, de
acomodamiento respecto del ambiente, del contexto, del entorno. Aquí
Parsons hace el giro hacia una teoría de los sistemas más dura. El profesor
dice que para explicar esto va a desarrollar primeramente el significado
del concepto de sistema según diferentes perspectivas.
Sistema: es un concepto que se utiliza de muy
diversos modos. Muchas veces se lo confunde con el concepto de estructura
pero no son lo mismo. Cuando denominamos “sistema” a algo estudiado
queremos significar una determinada relación entre las partes que componen
eso que estamos estudiando. Es decir, analizamos eso que estamos estudiando
como si fuera una totalidad, una unidad, pero la suponemos compuesta por
partes. La idea de sistema implica que existe un cierto “orden” en la relación
de las partes de esa unidad. Hay 3 nociones de la idea de sistema. Según la
1ra, hay sistema si hay relación entre partes y cuando esta no es
cualquiera, no es contingente, no es arbitraria, ni es casual, sino que es
estable, permanente, necesaria, es decir cuando esta relación crea un
cierto orden entre esas partes. Sistema es igual a orden relacional, orden
que deriva de un tipo determinado de relación. Una noción más elaborada de
sistema contempla la relación entre partes pero resalta la relación entre
la parte y el todo, es decir incluye la noción de función. Cuando se
pregunta en qué contribuye una parte al funcionamiento de la totalidad se
está preguntando por su función. La 3ra noción incluye las relaciones entre
las partes, incluye también las relaciones entre las partes y el todo, pero
entiende que el “todo” se encuentra situado en un “contexto”, es decir en
un “ambiente” o “entorno”. Apareció un nuevo elemento, el “afuera” del
sistema con el cual este mantiene relaciones. Esta idea fue muy influyente
en biología. El sistema tiene que acomodarse en el ambiente que lo
contiene, tiene que resolver problemas ambientales, tiene que alcanzar un
“equilibrio”, tiene que logra la “homeostasis”. Estos sistemas de los
cuales estamos hablando ahora existen, por ejemplo: animales o plantas
relacionándose con sus ambientes. Según esta perspectiva no puedo pensar un
sistema sin pensar al mismo tiempo en el ambiente que lo contiene y con el
cual se relaciona. El problema fundamental es la relación del sistema como
unidad con el ambiente porque esta relación es la que implica las otras. La
relación predominante es la relación con el ambiente denominada “relación
de adaptación”. Es una relación dinámica y activa porque el sistema trata
de adaptarse al ambiente controlándolo. El sistema va adaptándose al
ambiente modificándolo para adecuarlo a las condiciones de subsistencia que
le convienen. Y esta es una operación complejísima en la cual el sistema
puede fracasar. Esta última noción de sistema que se refiere a sistemas
empíricos, concretos, es la que va a utilizar Parsons en este modelo. De
esta concepción de sistema en relación con un ambiente se desprende una
idea bastante intuitiva y que Parsons tiene en cuenta. Es la idea de
“intercambios sistémicos”, esta es la forma en que el sistema se adapta al
ambiente. Es decir el sistema toma “recursos” del ambiente que le sirven
para su propio funcionamiento, los metaboliza, los elabora en su propia
lógica interna y gracias a esos prospera, crece, extiende su control sobre
el ambiente, pero también expulsa residuos hacia el ambiente (inputs y
outputs). Esta es la variante más extendida, la clásica, de la noción de
sistema, se la denomina “teoría de los sistemas abiertos” al entorno.
Volviendo a Parsons: aparece
un nuevo sistema, el
4to, porque hay un nuevo problema que resolver. Los “sistemas de acción”
son sistemas “empíricos”, y todo sistema empírico está situado, está
obligado a mantener relaciones con su entorno con su ambiente para seguir
existiendo. Los sistemas de acciones ocurren en el espacio y el tiempo,
tienen que resolver su “dimensión material” (apareció el polo que Parsons
no contemplaba), es decir su adecuación a la situación, como ya lo sabía
Weber. Si el actor no puede resolver su componente material, es decir su
adecuación al medio se aniquila. La dimensión adaptativa es fundamental.
Este es el modelo más funcionalista de Parsons, lo llamaba de las 4
funciones. Parsons siempre quiso descubrir la estructura de la acción, con
el modelo AGIL encontró lo que andaba buscando, es decir la estructura de
“cualquier” acción. Todo sistema de acción debe cumplir con 4 funciones:
(A) o función adaptativa, la acción debe adaptarse a su medio material,
estabilizar su relación de inputs y outputs con su entorno, esta es la
función biológica por excelencia; (G) o función de logro de metas o
realización de fines, esta es la función por excelencia de todo sistema de
acción, toda acción se propone alcanzar fines; (I) o función de
integración, todo sistema de acción debe mantener la coordinación entre sus
distintas partes, tiene que impedir la disolución del sistema, tiene que
incorporar los nuevos componentes, tiene que integrar lo que viene del
entorno, etc. (después vamos a ver que cada una de estas funciones
predomina en un determinado sistema de acción); (L) o función de
mantenimiento de pautas latentes o de patrones subyacentes, es decir que el
sistema a pesar de los cambios del entorno, que son permanentes y
contingentes, y a pesar de los cambios del propio sistema que está obligado
a cambiar para adaptarse al entorno , debe seguir siendo el mismo sistema,
debe mantener su “identidad”, debe garantizar la estabilidad identitaria.
El sistema que cambia más
rápidamente es el “sistema de adaptación”, es el más dinámico porque es el
que más está expuesto a los cambios del ambiente. El más estático, el más
conservador de todos y que garantiza que el sujeto siga siendo el mismo a
pesar de todos los cambios es el “sistema cultural”. Mis principios, mis
valores, lo que aprendí de chico en la escuela, la tradición, el folklore,
lo que me enseñaron mis padres es lo que me da mi identidad. Lo que
mantiene la identidad de un sistema de acción es el cumplimiento de la
función de mantenimiento de pautas latentes. Estas pautas y patrones son lo
que está subyacente, es lo que sostienen a la función de integración y
permite que a pesar de los cambios que son inducidos por la función (A) y
por la función (G) yo siga siendo el mismo a lo largo del tiempo. La
función (L) la cumple el sistema cultural, por ello es el garante de la
identidad del sistema. La estabilidad de un sistema, en su carácter
cualitativo, proviene de los factores simbólicos. Lo más dinámico es lo
material, lo más estático y conservador es lo simbólico. Pero esta
estabilidad de lo simbólico tiene una función, la estabilización de la
identidad. Si no fuera así estaríamos completamente expuestos al ambiente y
estaríamos mutando todo el tiempo de identidad, no tendríamos identidad.
Ahora, en comparación con el modelo trisistémico, la cultura sigue teniendo
la misma función, el problema es que en el modelo de los 4 sistemas de
funciones, todos los demás sistemas tienen la misma importancia que este
porque un sistema de acción cualquiera no puede funcionar si no cumple con
las 4 funciones. De la 4 funciones, la de mantenimiento de pautas latentes
es la que tira al sistema hacia el pasado, hacia la estabilidad; pero ahora
apareció un sistema nuevo que lo empuja en la otra dimensión, que lo
remolca hacia el futuro, hacia la contingencia, hacia la materialidad. El
sistema de adaptación es el motor del cambio.
Para Parsons este sistema
sirve para pensar cualquier sistema de acción. Esta pretensión será muy
criticada. Sin embargo, en los sistemas empíricos tiende a predominar
alguna de todas estas funciones. Los “seres vivos” son los sistemas de
acción empíricos donde predomina la función adaptativa; el cuerpo biológico
está todo el tiempo tratando de mantener la estabilidad homeostática con el
ambiente. Los sistemas de acción en donde predomina la función de logro de
fines son los sistemas de la personalidad. Cada uno de nosotros es un
sistema de la personalidad. Si no existieran las “personas”, no existirían
los fines. Solo las personas persiguen fines. Los sistemas de acción
empíricos donde predomina la función de integración, de coordinación, son
los sistemas sociales. En los organismos vivientes la función integrativa
está asegurada de antemano por la unidad biológica del cuerpo, aquí hay muy
poco que resolver en términos integrativos. A nivel psíquico, ya no es tan
fácil mantener la integración; hay ciertas condiciones bajo las cuales el
sistema de la personalidad se mantiene equilibrado. Pero violando ciertos
parámetros básicos puede aparecer la psicosis, la esquizofrenia. Ahora
bien, en los sistemas sociales esto no es tan simple. El problema no está
en las “partes” del sistema, es decir los roles y las instituciones, sino
en sus elementos, es decir los individuos que son los soportes materiales
de los sistemas sociales. El problema con los individuos es que estos no
están “pegados” biológicamente, tienen cierta autonomía operacional, están
disgregados. ¿Qué es lo que hace que millones de personas vivan juntas
permanentemente?; ¿qué hace que haya sociedad y no nada?; ¿qué es lo que
mantiene unidas a las personas?, esta es la pregunta que según Parsons
tiene que responder la teoría sociológica. ¿Qué es lo que mantiene
integrados a los sistemas sociales?. En los sistemas sociales predomina la
función de integración en virtud de lo que Parsons llamó “el consenso
normativo subyacente”; el orden normativo es el cemento social que mantiene
unidos a los individuos. Los sistemas empíricos en los que predomina la
función de mantener la identidad, de conservar el patrimonio simbólico, son
los sistemas culturales.
En Parsons vemos el esfuerzo
de pensar las relaciones entre todas las partes. Los sistemas sociales son
la materia predilecta del sociólogo, pero para entenderlos, tiene que
entender su entorno, es decir que debe comprender la lógica de funcionamiento
de todos los demás sistemas. Entonces, los sistemas sociales son un tipo de
sistemas de acción. Y sabemos que todos los sistemas de acción responden a
la estructura del esquema AGIL. Por lo tanto, si yo quiero estudiar el
sistema social siguiendo a Parsons debo aplicar el modelo AGIL al sistema
social (mirar apuntes) porque hay una sola estructura general para todos
los sistemas de acción. Hay 4 grandes sistemas de acción, organismos,
personalidades, sistemas sociales, sistemas culturales, cada uno de ellos
especializados en el cumplimiento de alguna de las 4 funciones que
caracterizan a todos los sistemas de acción. Para estudiar cualquiera de
ellos debo aplicar el modelo AGIL. Entonces, como el sistema social es un
sistema de acción hay que descomponerlo en cada una de estas 4 funciones
(que van a corresponder con cada uno de los 4 “subsistemas”). Vamos a tomar
como ejemplo el sistema social más grande de todos, la sociedad. ¿qué
“subsistema” de la sociedad cumple con la función adaptativa, es decir que
mantiene relaciones con el medio ambiente externo, con el ambiente
material?. El “subsistema económico” es el que cumple está función. Ahora,
la sociedad tiene 2 tipos de entornos. Uno empírico y otro analítico,
podríamos decir. El entorno analítico es lo que no es “social”, es decir la
naturaleza. Hay una parte del subsistema económico adaptativo que tiene que
mantener relaciones con la naturaleza, que tiene que transformar la
naturaleza, que tiene que establecer intercambios de inputs y outputs con ella.
Por un lado, es el sistema productivo, es la producción, es el trabajo.
Pero como ya sabemos, la producción y el trabajo humano se sostienen en
determinado tipo de adaptación que el hombre realiza respecto de la
naturaleza, respecto de determinado aprendizaje histórico en relación a la
naturaleza que otra perspectiva teórica podría denominar como “medios de
producción” o el desarrollo de las “fuerzas productivas” que en Parsons es
denominado “subsistema tecnológico”. El “subsistema tecnológico” es el encargado
de “la transformación social de la naturaleza”. El subsistema tecnológico
es el subsistema adaptativo que tiene la sociedad para relacionarse con la
naturaleza, para controlarla. La relación sociedad-naturaleza está mediada
por la tecnología. El entorno “empírico” de la sociedad son otras
sociedades. La relación de intercambio material entre distintas sociedades
es el “comercio internacional”. Entonces, por un lado tenemos la producción
y por el otro tenemos el comercio, todo esto es función adaptativa (A), es
decir relación entre sistema y entorno. La sociedad tiene 2 entornos, el
1ro, la naturaleza de la cual se toman productos por medio de la tecnología
y de la producción , el 2do, las otras sociedades con las cuales
intercambio productos. Todo esto está abarcado en el “subsistema económico”
o “tecno-económico”. El subsistema de la sociedad que cumple con la función
de alcance de metas es el “subsistema político”. Es importante tener en
cuenta que no estamos en el nivel del individuo, estamos hablando de la
sociedad por lo tanto las metas son sociales, colectivas, son fines de la
sociedad. El subsistema político es el que se ocupa de cumplir y hasta de
proponer los fines sociales, es el que dirige la sociedad. Estamos hablando
del Estado. Pero este no cumple las metas subjetivas de la población, su
función es cumplir las metas sistémicas, las metas del sistema social como
un todo que el requieren ser cumplidas para que este sobreviva; a veces
coinciden con las expectativas de la gente, a veces no. El subsistema de la
sociedad que se encarga del mantenimiento de la identidad es el “subsistema
cultural del sistema social” (no hay que confundirlo con el sistema
cultural a pesar de que tengan el mismo nombre); hay un sistema cultural
que es un sistema de acción y hay un sistema cultural que es un
“subsistema” del sistema social. Son dos cosas distintas. En un “sistema
cultural” hay símbolos, normas, valores, representaciones abstractas, son
ideas. Ahora, los sistemas sociales no están hechos de ideas, están hechos
de instituciones, por lo tanto en el subsistema cultural del sistema social
tampoco hay ideas, hay instituciones; en vez de la religión está la iglesia
(que es una institución), en vez de estar la ciencia está la universidad;
no está el conocimiento histórico están los museos. En el subsistema
cultural están todas las instituciones que se organizan para mantener la
cultura. Para Parsons es una práctica ordenada. Hay ciertos valores, reglas
e ideas que están disponibles en el “sistema cultural” y que no están
actualizadas. Las que están actualizadas y rigen nuestras prácticas son las
instituciones. El subsistema de la sociedad que se caracteriza por cumplir
la función de integración, que socializa, que coordina las relaciones entre
las partes, que forma grupos, y que va a ser el más importante porque la
característica principal de la sociedad (sistema social) es el cumplimiento
de la función integradora, es el “subsistema integrativo”. Este subsistema
es muy importante porque es donde se generan los lazos de solidaridad, la
cohesión, la asociación, etc. Se genera, sobre todo, “solidaridad
orgánica”; la “solidaridad mecánica” está más ligada al sistema cultural.
El concepto de “sociedad civil” tal y como hoy lo usamos entraría en la
función de integración; las asociaciones de la sociedad civil, los nuevos
movimientos sociales, incluso las ONG´s cumplen esta función. Este sería el
sistema social del sistema social. Esto suena muy mal y Parsons se dio
cuenta de ello. Es por eso que
desarrolló un nuevo modelo teórico, el 4to (la última formulación tiene que
ver con el texto seleccionado).
Por un lado hay un último
corrimiento teórico; antes habíamos pasado de Weber a Durkheim, de la
sociología a la biología; ahora pasamos de la biología a la teoría de la información,
a la cibernética, a las teorías de la comunicación. Todo un corrimiento en
términos informacionales. Es en este modelo en donde se le ocurre que todo
lo que pasa en los sistemas sociales no es otra cosa que comunicación,
intercambio de información. En el sistema social hay un lenguaje que se
llama “influencia”. Con el esquema AGIL teníamos la lógica del sistema
político, del sistema cultural, del sistema económico, del sistema social;
también teníamos las interrelaciones entre ellos. Esta teoría es
extremadamente objetivista. En 1966 Parsons se hace algunas preguntas: ¿los
Estados (sistemas políticos) a quién dominan?; ¿quién es el que hace
economía?; ¿quién hace cultura?. La respuesta fue: los Estados son sistemas
políticos que dominan a una “comunidad”; el mercado es el sistema económico
de una “comunidad”. Todo esto que parece una perogrullada se había perdido
por el nivel de abstracción y objetivismo que había alcanzado la
teorización parsoniana en el modelo AGIL; recordemos que en los sistemas
sociales no había personas. Fue como una como una bajada a tierra. Hay
“comunidades”, es decir grupos humanos que viven juntos porque comparten
cosas de orden simbólico, comparten cultura y valores. Entonces, el
“sistema social” del sistema social, eso que faltaba en el modelo AGIL, es
la “comunidad
societaria”. A partir de ahora, para Parsons, esta es el núcleo,
el corazón de la sociedad, el soporte de toda sociedad. Sociedad implica
que exista el mercado, el estado, que haya diferenciación funcional (Luhman),
que haya división del trabajo social (Durkheim), que haya separación de las
esferas de acción (Weber). A esto llamamos sociedad, a la diversificación
de ordenes, valores, etc. La sociedad es un aspecto de la “comunidad”; hay
una comunidad de hombres que hace sociedad, es decir que diferencia sus
actividades (económicas, políticas, culturales, etc.). Este es el regreso
del hombre a la teoría de Parsons. Este es el concepto más importante del
último Parsons. Descompone la “comunidad societaria” en partes: es una
“población” colectivamente organizada (no es un mero montón de gente junta)
que comparte un sistema normativo. El sistema normativo está compuesto por
valores y normas; la población por un componente colectivo y otro
individual. La totalidad se llama “colectividad”, y esta está diferenciada,
articulada, está organizada en torno a una multiplicidad de “roles” que son
los que ejercen los individuos (los individuos se diferencian por los roles
que asumen) pero comparten la “membresía”, la pertenencia a una misma
colectividad. Esta es la “comunidad societaria”. Estamos hablando, ahora,
de lo más básico y elemental. Fíjense, empezamos con el acto unidad;
pasamos a los 3 sistemas (cultura, personalidad, sociedad); cuando
analizamos los sistemas sociales nos encontramos con la estructura del
esquema AGIL, es decir vamos focalizando cada vez más; pero en el esquema
AGIL nos había quedado incompleto el casillero más importante de todos (el
del sistema social del sistema social), casillero que ahora denominamos
“comunidad societaria”.
Este último período de
Parsons ha sido denominado “enfoque cibernético” en teoría social. En este
modelo Parsons va a entender que todo lo social es del orden del
intercambio de información. La palabra cibernética viene del griego
kibernes, palabra que quiere decir “piloto” que conducía el barco, el que
gobierna la nave. Ahora, ¿qué estudia la cibernética?. Sabemos que la
premisa es la teoría de sistemas. ¿un sistema, cómo cumple las distintas
tareas que tiene que cumplir; cómo sabe cada parte del sistema que función
le corresponde?. La cibernética sostiene que en los sistemas complejos
(sistemas cibernéticos) hay un subsistema que maneja a todos los demás y
les de instrucciones, es el que los controla. Cibernética quiere decir ciencia
del gobierno o del control. Este subsistema sería el piloto. Parsons va a
aplicar estas ideas a su teoría social. Va a decir que el sistema social es
un “sistema de
información”, acá se aplica muy bien la metáfora de la
computadora. La computadora es un sistema cibernético porque tiene un
subsistema que maneja a todo el sistema, ese subsistema se llama software.
La estructura fundamental va a ser software y hardware. Hay una parte más
informacional, más software en la sociedad y que tiene que ver con lo
simbólico. Para Parsons la cultura se puede pensar como si fuera el
software de la sociedad. Este es un empobrecimiento espantoso del concepto
de cultura pero que a Parsons le sirvió para formular algunas ideas. La
cultura sería un conjunto de “instrucciones simbólicas”. Está muy
condensado, con un conjunto muy básico de valores (igualdad, libertad,
fraternidad, propiedad, etc.) uno puede ordenar un montón de instituciones
sociales, es decir se puede dar un montón de instrucciones a las partes de
la sociedad, a distintas partes que tiene menos componentes simbólicos, es
decir que son más hardware. Todos los símbolos, empezando por las normas y
valores, son información.
Ahora, fíjense lo que hace
Parsons. Al lado de los valores, normas, colectividades y roles coloca las
letras del esquema AGIL. A los valores le corresponde la (L), a las normas
le corresponde la (I), a la colectividad la (G) y a los roles la (A); quedó
LIGA. Habíamos dicho del esquema AGIL que todas las funciones tenían el
mismo valor, es decir que se había perdido la preeminencia que tenía
anteriormente el “sistema cultural”. En el esquema LIGA vuelve a aparecer
la preeminencia del “sistema cultural”. ¿Por qué?. La respuesta está en el
axioma básico del enfoque cibernético: los sistemas que tienen más
información controlan a los que tienen menos información. El software
controla el hardware. Los sistemas han quedado jerarquizados. El sistema
cultural controla los demás porque es el que más información tiene por la
razón de que él contiene todo lo simbólico (normas, valores, etc.). el
sistema social, es altamente simbólico, tiene mucha información. El sistema
político tiene un poco menos. El sistema económico (sistema adaptativo) no
tiene ninguna información porque es puramente material. Esta es la
jerarquía cibernética. De esto se deduce que el sistema económico no puede
controlar a ningún otro sistema de la sociedad, de hecho debe ser
controlado porque no contiene nada simbólico, no puede dar “sentido”, no
puede dar instrucciones; es controlado por el subsistema que le sigue en la
graduación de contenidos simbólicos, es decir el subsistema político. Los
programas de la economía deben venir de la política y no a la inversa.
Ahora, el subsistema político está subordinado a un subsistema que posee
mayor contenido informacional, la comunidad societaria. Es la comunidad
societaria la que regula y controla al subsistema político. Ahora, la
sociedad civil obtiene sus normas, valores, motivaciones, etc, su identidad
del sistema que posee mayor información. El subsistema “comunidad
societaria” está controlado por el subsistema cultural.
Ahora, Parsons descubre que
además de la jerarquía cibernética existe otra que es inversa. Porque los
sistemas con menos información, es decir los sistemas que no controlan
nada, son los sistemas con más “energía”. Información se opone a energía.
Estos sistemas no pueden controlar nada pero condicionan a los sistemas con
más información, les ponen restricciones materiales. Es cierto, la política
define los programas que debe llevar a cabo la economía, pero esta le dice
lo que es posible y lo que es imposible. Los sistemas con más información
controlan, los sistemas con mas energía condicionan. Por ende, en los
sistemas adaptativos está la llave de lo posible y de lo imposible, está la
llave del cambio. El sistema de mantenimiento de patrones o subsistema
cultural es el más lento para cambiar. El subsistema económico que es el
que más contacto tiene con la materialidad es el más proclive a la
transformación. Entonces, la identidad es cultural y simbólica, tiende a la
estabilidad. Ahora, el cambio viene con el objeto de resolver problemas
adaptativos por medio de la tecnología y la economía (sistema adaptativo,
el sistema más dinámico de todos). entonces, la sociedad se ve tironeada en
dos direcciones completamente opuestas. ¿Cuánto cambio puede tolerar sin
desintegrarse, sin perder su identidad?; ¿cuánta identidad se puede
sostener sin adaptarse a los requerimientos de la vida material?; ¿se puede
dar el equilibrio?. Parsons diagnostica que las sociedades modernas están
siendo remolcadas por el sistema adaptativo a un ritmo vertiginoso y que
esto tiende a destruir la integración social, tiende a destruir el orden
social...
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