Parsons
Talcott Parsons
(n. 1902 ) sociólogo norteamericano, profesor titular de
Sociología en Harvard desde 1944. Entre sus obras principales cabe citar los
siguientes libros: "The Structure of Social Action" (1937),
"Essays in Sociological Theory" (1949), "The Social System"
(1951), "Structure and Process in modern societies (1960),
"Sociological Theory and Modern Society" (1967), y "American
Society: Perspectives, Problems, Methods" (1968) (1).
Parsons es una figura muy
polémica dentro del campo del pensamiento social. Se discute mucho el sentido
de varios aspectos de su obra. No se expresa con claridad; a decir verdad, es
enredado y confuso; su sistema no está empíricamente fundamentado (aunque
pretende estar referido al mundo empírico) y no está, por lo tanto, realmente
abierto a la convalidación por otros investigadores. El paradigma de Parsons es
un sistema inacabado, aún abierto a continuas revisiones (2).
Para dar una primera idea, podemos decir que Parsons ha hecho aportes polémicos
pero valiosos a la teoría sociológica, desde un punto de vista
estructural-funcionalista, privilegiando los aspectos estáticos de la realidad
social respecto de los aspectos dinámicos, de cambio y de conflicto. En una
visión más profunda, el pensamiento de Parsons es complejo, nada fácil de
aferrar en una síntesis. Cabe recordar en su descargo que la realidad a la que
refiere sus trabajos es en sí misma súmamente compleja.
Puede decirse, por ejemplo, que Parsons intenta combinar el positivismo
decimonónico de Wilfredo Pareto, la perspectiva histórica de Max Weber y el
subjetivismo e idealismo filosóficos de los historiadores y sociólogos alemanes
de los siglos XIX y XX, para crear un modelo o "tipo ideal" de
sociedad humana, que sirva de base a un sistema explicativo general, de
carácter axiomático o deductivo. En ésto, Parsons se muestra inmune a la
influencia de los modernos planteos epistemológicos, según los cuales su
objetivo es inalcanzable.
Es claramente reconocible en la obra de Parsons la influencia de su temprana
afición a la mecánica newtoniana, de la que tomó muchas analogías, metáforas y
ejemplos. En nuestros tiempos, la mecánica newtoniana ya no es considerada como
una forma ideal y ni siquiera adecuada de explicación científica, pero Parsons
persiste en ese camino en muchos aspectos de su obra.
En los libros de sociología de Parsons es perceptible la influencia de Hegel,
en el que se inspira para solucionar el problema que plantea en la dinámica
sociológica la libertad individual. En el dilema determinismo-voluntarismo opta
por este último, pero luego lo vacía prácticamente de contenido al definir a la libertad como "conducta
acorde con las necesidades colectivas". En el planteo hegeliano, la
libertad se logra por interiorización de las normas orientadas hacia las
exigencias de la colectividad. Esa síntesis hegeliana concuerda con la noción
parsoniana de "acto social".
Parsons también tiene una gran deuda con Hobbes. El sistema parsoniano está fuertemente orientado hacia el
orden y la estabilidad.
Parsons supone que los
instrumentos primarios para mantener el orden son las estructuras normativas
interiorizadas, producidas por la sociedad y asimiladas por los individuos.
Está obligado, pues, a aceptar que todo cambio, todo conflicto, es perturbador
y disfuncional. En ello se basa la acusación de mantener una velada
colusión con la ideología conservadora, que con frecuencia se ha hecho a su
sistema científico.
Parsons procura ubicar cuáles son los elementos de la sociedad que contribuyen
al mantenimiento del orden, y concentra su atención en ellos. Hay en esta
actitud una evidente parcialidad, cuya consecuencia es la disolución del
individuo en un conjunto de "relaciones con otros". Aquí resulta
claramente visible el paralelismo entre Parsons y Hobbes.
Parsons ha evidenciado
siempre gran interés por el estudio de la Economía, de la que provienen muchos
de sus paralelismos conceptuales. El "acto social" de Parsons
presenta gran similitud con una transacción económica: el "actor"
recuerda fuertemente al conjunto de demandas de una unidad económica en un
mercado libre...Parsons
concibe a la interacción humana como un calco de la interacción económica, y la
estabilidad social es prácticamente una trasposición al plano general de la
sociedad de la estabilidad económica.
La parte principal de la
estructura conceptual de Parsons proviene de Pareto y de Weber. Su
originalidad no reside en los conceptos sino en la manera de seleccionarlos y
de combinarlos. De Weber
tomó, entre otros, el concepto de "Verstehen", entendido como
"definición de la situación según la percepción subjetiva del actor";
y la idea de "conducta
social" como "orientación recíproca de los individuos y los
grupos". Estos elementos, tomados en el contexto del indeterminismo
weberiano, proporcionaron a Parsons la definición de un concepto clave: el de
"acción social significativa": una interacción entre dos o más
personas, que incluye la motivación o intención de todas las partes
intervinientes y no es una simple acción refleja.
Parsons tomó también, como ya dijimos, muchos conceptos de Pareto, en primer
lugar, la noción central de "sistema" entendido como "conjunto de elementos funcionalmente
interdependientes". También proviene de Pareto la noción de
sociedad como "instrumento de adaptación social" y la finalidad que
le asigna a la investigación social: "la construcción de una teoría
funcional general que explique la estabilidad del sistema social".
La "deuda" de Parsons con Pareto abarca también varios otros
conceptos: - Los "requisitos funcionales", o sea las condiciones
necesarias para que el funcionamiento social tenga continuidad; - los
"residuos", o sea las fuerzas subyacentes a la conducta; esos
"sentimientos interiorizados de valoración" que son la base de la explicación
de la estabilidad; - el interés prioritario por la acción irracional antes que
por la racional; - la diferenciación entre utilidad individual y utilidad
social; - la precupación marcadamente prioritaria por el orden y la
estabilidad, considerados como emergentes de una combinación de mecanismos
sociales y de sentimientos interiorizados por los individuos; - la atención preferente que se le
dedica al proceso de socialización, ubicado principalmente en la familia. (2)
Parsons afirma haber sido muy influído por Freud, pero de la lectura de
sus textos surge la impresión de que la interpretación parsoniana de Freud es
muy forzada, y más afín con los desarrollos de la Psicología del Ego
realizados, tras la muerte de Freud, por psicólogos como Anna Freud y Erik
Erikson. Conceptualmente, Parsons está más cerca de Karen Horney y de Harry
Stack Sullivan que de Freud. Parsons utiliza mucha terminología freudiana, pero
la ubica en un contexto significativo diferente del que Freud utilizaba.
El objetivo original de
Parsons era, como ya vimos, la formulación de una "teoría general de la
sociedad". Luego de su adscripción al Funcionalismo, y en un lapso
de diez años, Parsons planteó dos intentos de formulación de su teoría,
diferentes pero al mismo tiempo muy relacionados entre sí.
Su primera formulación parte del individuo, del "actor individual",
ubicado en una situación concreta e interactuando con los elementos que la
integran. Su libro "Toward a General Theory of Action" (1951) fue
fruto de este primer planteo, que resultó poco satisfactorio para la crítica
especializada y hasta para él mismo. En esta obra se perciben claramente los
condicionantes, sobre el intento de labor científica, de los trasfondos
cosmovisionales e ideológicos de la cultura y del ambiente social en el que
opera un investigador.
De hecho, en su segunda formulación invirtió el enfoque y definió a los
elementos del sistema social en función de la estructura global de la sociedad.
Redujo notablemente la importancia que le asignaba antes a los factores
psicológicos individuales e incrementó la gravitación de los factores
estructurales y funcionales. Prestó menos atención a los "valores
internalizados" y más a los "valores institucionalizados". Esta
nueva construcción fue esbozada por primera vez en "Working Papers in the
Theory of Action" (1953), y se completó luego en obras como "Family,
Socialization and Interaction Process" (1955) y "Economy and
Society" (1956). (2) En el campo de la Ciencia Política ha tenido mucha
más influencia esta segunda formulación, por lo que la vamos a ver con un poco
más de detalle. Desde nuestro punto de vista, son especialmente interesantes
sus ideas sobre las estratificaciones sociales. Como todas las teorías
funcionalistas, la de Parsons considera que las estratificaciones sociales responden
a necesidades sociales. Son sistemas jerárquicos fundados sobre los valores
máximos de cada sociedad. Esos valores están relacionados con la "acción
social", vale decir, con la "actividad intencional que despliegan los
individuos dentro del marco de las instituciones". En síntesis, Parsons define a la estratificación
social como "la clasificación diferencial de los individuos que componen
un sistema social dado, y su calificación de superiores o inferiores los unos
en relación con los otros, según valores importantes para la sociedad".
Al definirla como "clasificación diferencial de los individuos .. según
valores importantes", Parsons parece suponer que es siempre la posesión
por los individuos de determinados valores socialmente estimados lo que los ubica
en determinadas posiciones en la estratificación social. Descuida, a nuestro
criterio, el rol de las organizaciones intermedias de la sociedad, desde la
familia hasta diversos grupos, partidos y corporaciones, que pueden llegar a
tener poder suficiente como para ubicar a sus integrantes en determinadas
posiciones sociales aunque individualmente no posean los valores
correspondientes, e incluso sin que posean ningún valor relevante...
En la óptica de Parsons,
la estratificación social es consecuencia directa de la acción social y al
mismo tiempo, su medio de manifestación. Dice Parsons que la división del
trabajo social produce una diversificación de actividades; no todas son
juzgadas igualmente importantes: en función de su sistema de valores, cada sociedad
determina para sí una jerarquía de actividades. Nuevamente aquí
encontramos algo que señalar: ésto puede haber sido correcto en antiguos
tiempos, de relativo aislamiento de las comunidades sociales, pero en la medida
en que se intensifica la interacción internacional, se incrementa el rol del
"efecto-demostración" de unas sociedades sobre otras; y también el de
la "influencia" de las sociedades más poderosas sobre las más
débiles, por las interacciones asimétricas que se establecen, hasta llegar a los
extremos de la a-culturación y la dependencia cultural.
Según Parsons, los
criterios de evaluación que conducen en definitiva a una determinada
estratificación social, se basan en tres elementos: las cualidades, las
realizaciones y lo adquirido: - las cualidades son posesiones personales de
cada individuo, que están ubicadas fuera de toda circunstancia especial externa
(por ejemplo, inteligencia, nobleza, talento, etc.); - las realizaciones son
producto de la actividad del individuo en relación con los demás (por ejemplo,
el prestigio, el ascendiente, etc.); - lo adquirido es la posesión de objetos o
bienes (como la fortuna material, las propiedades, etc.) o de certificaciones
de talentos o aptitudes (diplomas, reconocimientos, premios).
Estos criterios de evaluación se aplican según las indicaciones del sistema de
valores de cada sociedad.
Parsons sostiene que dicho sistema está integrado por cuatro tipos de valores,
todos necesarios para el buen funcionamiento de la sociedad, aunque cada
sociedad arma su propio esquema de prioridades para estos valores: 1)
Universalismo: Se trata de la capacidad de adaptación, que corresponde a la
necesidad de toda sociedad de ajustarse a sus condiciones objetivas de
existencia. Se relaciona con la racionalidad (en sentido weberiano) y con la
eficiencia técnica, o sea con el uso de medios adecuados para alcanzar
determinados fines, a costos adecuados.
2) Definición de objetivos: Toda sociedad se propone alcanzar ciertas metas
colectivas, y trata de que esas metas prevalezcan sobre los intereses
individuales o sectoriales. La definición de esos objetivos es la configuración
de la finalidad social, y eventualmente la satisfacción del objetivo logrado.
Se relaciona, por lo tanto, con las normas de realización.
3) Integración: La solidaridad social es un valor primordial. Las acciones
sociales son evaluadas según la medida en que favorezcan o impidan la
integración de los individuos en la sociedad, y su mutua solidaridad.
4) Mantenimiento del modelo: Cada sociedad tiene un modelo cultural propio, con
sus propias estructuras y normas, y tiende a conservarlo. En este aspecto, el
valor supremo es el tradicionalismo.
Parsons no explica porqué una sociedad tiene una determinada jerarquía de
estratos sociales, o porqué en una sociedad predomina un tipo de valores y no
otro. Sólo invita a constatarlo, lo que se hace...observando cómo es la
jerarquía social establecida, que es precisamente lo que se quería explicar...
Si bien el modelo básico de es de equilibrio, y por consiguiente
estático y hasta de inspiración conservadora, hay que reconocer que Parsons
relativizó este enfoque al afirmar taxativamente que el "estado de equilibrio" es un estado
teórico: ningún sistema social real está verdaderamente en equilibrio estático,
salvo como "estado hacia el cual tiende". Se trata, pues, de un
concepto-límite, que marca el sentido final de las oscilaciones
re-equilibradoras de los sistemas sociales, cuyo equilibrio verdadero sería
entonces dinámico.
Para Parsons, el principal
elemento equilibrante,o re-equilibrante del sistema social es el CONTROL
SOCIAL, o sea el conjunto de los procesos por medio de los cuales una sociedad
impone su dominio sobre los individuos y mantiene su cohesión. Lo opuesto al
control social es la DESVIACION, que es la transgresión a las normas del grupo.
La ACCION SOCIAL, en el
sistema parsoniano, queda definida por cinco dimensiones o formas de la
sociabilidad: - especificidad o generalidad; - afectividad o neutralidad
afectiva; - universalismo o particularismo; - cualitatividad; - orientación
hacia el individuo o hacia la colectividad.
Sobre la acción social gravitan los VALORES que la gobiernan, el STATUS SOCIAL
de sus actores u sus ROLES SOCIALES.
En conclusión, el sistema social concebido por la óptica
estructural-funcionalista de Parsons es un conjunto abstracto, simplificado y
coherente, que no toma en cuenta la presencia de instituciones o usos sociales
capaces de producir consecuencias contradictorias con el modelo vigente. En
este sentido es una concepción que puede ser tildada de irreal, ya que no
explica satisfactoriamente la presencia evidente de contradicciones internas en
los sistemas sociales reales.
Por otra parte, y en forma coherente con lo anterior, el estructural-funcionalismo de Parsons descuida
el estudio del dinamismo social. No tiene en cuenta, por ejemplo, los efectos
de las estratificaciones sociales sobre el devenir de las sociedades. En
este sentido se contenta, bastante superficialmente, con encontrar una relación
de armonía o correspondencia entre la estratificación social y las estructuras
del sistema social, lo que en la práctica equivale a legitimarlas en cualquiera
de sus formas, minimizando las consecuencias de los conflictos que producen los
desequilibrios sociales crecientes y la acentuada desigualdad en la posesión y
disfrute de los bienes sociales, especialmente cuando no están respaldados por
contraprestaciones individuales y grupales de valor equivalente. En alguna
forma, las concepciones básicas de Parsons recuerdan al "optimismo
metafísico" de filósofos como Leibniz y otros racionalistas del siglo
XVIII, que llegaron a pensar que vivimos en el mejor de los mundos...posibles.
Es bastante evidente que el estructural-funcionalismo parsoniano ofrece una
visión de la sociedad más "racional" que las ofrecidas por las
teorías basadas en modelos de conflicto, pero a un precio muy alto en cuanto a
la correspondencia entre el modelo teórico y la realidad presuntamente
representada; quizás por eso mismo no explica satisfactoriamente cómo funcionan
esas sociedades cuando sus procesos históricos tienden a desbordar los marcos
"racionales" en que las teorías pretenden encerrarlas...Aún aceptando
que todas las teorías, en última instancia, son incompletas e insatisfactorias,
creemos que con justa razón se ha dicho que el estructural-funcionalismo
parsoniano explica bien cómo las sociedades perduran, pero no explica cómo
cambian...
Esta y las anteriores críticas a Parsons no deben ser interpretadas como
intentos de negar todo valor a una teoría que, como bien dice Helio Jaguaribe
(3), es "el intento
más amplio que se hizo hasta ahora, para ubicar a la sociedad en un marco
analítico general de realidad". A nuestro criterio, el principal valor de la obra
de Parsons no se encuentra en sus concepciones de detalle, siempre susceptibles
de crítica y de polémica, sino en su intento de construir una visión general
(indudablemente perfectible) de una realidad muy compleja; y especialmente en
"su reconocimiento de la necesidad de entender a la sociedad como un todo
estructurado, que presenta relaciones típicas con su medio extrasocial",
reconocimiento que lo llevó a "superar el esquema weberiano de acción
social, orientado a la comprensión de los fenómenos intrasocietales pero no a
la ubicación de la sociedad en un marco general de realidad". (3) A ésto
responde el esquema propuesto por Parsons, que considera tres planos de la
realidad: el transhumano (la deidad
o el lugar analítico de las preocupaciones esenciales del hombre); el humano (compuesto por
cuatro sistemas analíticamente distintos: cultural, social, de personalidad y
de organismo humano) y el infrahumano,
que es el ambiente físico-orgánico del hombre. Los cuatro sistemas del plano
humano cumplen las cuatro funciones que todo sistema social debe atender para
sobrevivir: mantenimiento de pautas, integración, logro de objetivos y
adaptación, que es como decir la institucionalización cultural, la comunidad
societal, la función política y la función económica.
Los cuatro subsistemas del sistema social mantienen entre sí constantes
intercambios de sus productos -objetos de valor tales como creencias-símbolos,
actores-roles-status, órdenes y mercancías- intercambios regidos por un principio
de congruencia, en el que cada subsistema recibe de los demás algunos de los
elementos que necesita para su propio funcionamiento. Ese modelo general ha
tenido y tiene indiscutible valor e influencia en el campo de las ciencias
sociales, pese a las objeciones de detalle que pueden hacérsele A fin de
mostrar qué tipos de estructuras conceptuales pueden construirse dentro de las
posibilidades del enfoque estructural-funcionalista-sistémico, en el campo de
la Ciencia Política, vamos a exponer a continuación tres ejemplos
representativos de esta línea de pensamiento, de indudable repercusión en la
teoría política contemporánea. Dos de ellos reconocen una fuerte filiación
intelectual proveniente de Parsons y su teoría sociológica: - la teoría del
sistema político de David Easton; - el esquema llamado "de las siete
variables", de Gabriel Almond.
El tercero está más bien enrolado en la corriente de Robert Merton y su enfoque
sobre las "teorías de alcance medio": - el "análisis
funcional" de los problemas internacionales, de Morton Kaplan.
Comentarios
Publicar un comentario