Michel Foucault
Michel Foucault
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Desarrollar ideas como la gubernamentalidad, el biopoder y su concepto sobre las instituciones disciplinarias.
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Obras
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Michel Foucault (Poitiers, 15 de octubre de 1926 – París, 25 de junio de 1984) fue un historiador
de las ideas, teórico social y filósofo francés. Fue profesor en varias universidades francesas y
estadounidenses y catedrático de Historia de los sistemas de pensamiento
en el College
de France (1970-1984), en reemplazo de la cátedra de “Historia del pensamiento
filosófico” que ocupo hasta su muerte Jean Hyppolite. El 12 de abril de 1970,
la asamblea general de profesores del College de France eligió a Michel
Foucault, que por entonces tenia 43 años, como titular de la nueva cátedra. Su
trabajo ha influido en importantes personalidades de las ciencias
sociales y las humanidades.
Foucault es conocido principalmente por sus estudios críticos de las instituciones
sociales, en
especial la psiquiatría, medicina, las ciencias humanas, el sistema de prisiones, así como por su trabajo sobre la historia de la sexualidad
humana. Su trabajo sobre el poder y las relaciones entre poder, conocimiento y discurso ha sido ampliamente debatido. En los años 1960,
Foucault estuvo asociado al estructuralismo, un movimiento del que se distanció más adelante. Foucault también
rechazó las etiquetas de postestructuralista y postmoderno, que le eran aplicadas habitualmente, prefiriendo
clasificar su propio pensamiento como una crítica histórica de la modernidad con raíces en Kant.1
En 2007 Foucault fue considerado por el The Times Higher Education
Guide como el autor más citado del mundo en el ámbito de Humanidades en dicho año.2
Vida
Paul-Michel Foucault era hijo de Paul Foucault, un cirujano que esperaba que su hijo siguiera sus pasos.
Foucault eliminó 'Paul' de su nombre. Ingresó en el colegio jesuita Saint-Stanislaus, en donde destacó. Durante este
periodo, Poitiers era parte de la Francia de Vichy y sería ocupada por Alemania. Después de la Segunda Guerra Mundial, Foucault ingresó en la Escuela Normal Superior de París, principal entrada a una carrera académica en
Francia. Allí sufrió agudas depresiones e incluso intentó suicidarse. Fue
llevado a un psiquiatra y, además de su licenciatura en filosofía, también obtuvo una en psicología, de reciente creación en Francia. Se involucró en
el brazo clínico de la disciplina y se centró al inicio en Ludwig
Binswanger.
Foucault pasó su agrégation en 1950. Como muchos normaliens
de entonces, Foucault fue miembro del Partido Comunista Francés entre 1950 y 1953. Su mentor, Louis Althusser, le indujo a ingresar en él, si bien nunca
participó activamente y se dio de baja al desilusionarse tanto con la política
como con la filosofía de Stalin.3 Tras un breve período en la École Normale, enseñó
psicología de 1953 a 1954 en la Université Lille Nord de France; en 1954 publicó su primer libro: Maladie
mentale et personnalité. Pronto eligió salir de Francia: en 1954 fue
delegado cultural en la Universidad de Uppsala, en Suecia. En 1958 ocupó puestos en Varsovia y la Universidad de Hamburgo.
Regresó a Francia en 1960 para terminar su doctorado y asumir un puesto en
la Universidad de Clermont-Ferrand. Ahí conoció a Daniel Defert, con quien vivió el resto de su vida. En 1961 obtuvo su doctorado mediante dos tesis. La
principal era Folie et déraison: Histoire de la folie à l'âge classique
y la secundaria consistía en la traducción y comentarios de Antropología
desde un punto de vista pragmático de Kant. Folie et déraison fue muy bien recibida.
En 1963 publicó Naissance de la Clinique, escribió
un ensayo sobre Raymond Roussel y volvió a publicar su libro de 1954 (titulándolo Maladie mentale et psychologie).
Cuando Defert fue enviado a Túnez para su servicio militar, Foucault consiguió un
puesto en la Universidad
de Túnez en 1965. En 1966 publicó Les Mots et les choses. Este libro
marcó su interés por el estructuralismo y por ello fue vinculado provisionalmente a Jacques Lacan, Claude
Lévi-Strauss y Roland Barthes.
Todavía estaba en Túnez cuando estallaron las revueltas del Mayo
francés del 68. En el otoño del mismo 1968 regresó a Francia y publicó L'archéologie du
savoir —en respuesta a sus críticos— en 1969. Tras los eventos de mayo, el gobierno creó una
nueva universidad experimental en Vincennes. Foucault encabezó su departamento de filosofía en
diciembre de 1968 y reclutó a jóvenes univesitarios izquierdistas. El radicalismo de uno de ellos, Judith Miller, provocó que el ministerio retirara la acreditación al departamento. En
1970 fue elegido en el prestigioso Collège
de France, para ocupar la cátedra Historia de los sistemas de pensamiento.
Se involucró también en la política, sobre todo a raíz de que su pareja,
Defert, se había unido al grupo ultra-maoísta Gauche prolétarienne, con el que Foucault tuvo una relación distante.
Pero ayudó a fundar el Groupe d'Information sur les Prisons (GIP) para ayudar a los prisioneros a hacer
públicas sus reclamaciones. Ello le condujo a elaborar su obra Surveiller et
Punir, que narra las micro-estructuras de poder formadas en las sociedades
industrializadas a partir del siglo XVIII, especialmente en las prisiones y las escuelas.
En 1977, cuando una Comisión del Parlamento
francés discutía
una reforma del Código Penal Francés, firmó junto a Jacques Derrida y Louis Althusser, entre otros, pidiendo la anulación de algunos de
los artículos de la ley para despenalizar todas las relaciones consentidas
entre los adultos y los mayores de quince años (la edad de consentimiento sexual en Francia). Creía que el sistema penal sustituía
el castigo de los actos criminales por la creación de la figura de un individuo
peligroso para la sociedad (sin tener en cuenta el verdadero crimen), y
predijo que vendría una sociedad de peligros, en la cual la sexualidad
sería una especie de peligro errante, un "fantasma".
A finales de los años 1970, el activismo político en Francia decayó. Muchos
de los maoístas cambiaron de ideología; los llamados Nuevos Filósofos,
muy conservadores, citaban a Foucault como su mentor, pese a no parecerse nada
a él. En esta época, inició su obra monumental sobre La historia de la
sexualidad, que nunca terminó. Su primer volumen, La voluntad de saber,
fue publicado en 1976 y los tomos prometidos sobre la época moderna no
aparecieron. El segundo y el tercer volumen aparecieron ocho años después y
sorprendieron a sus lectores por su estilo relativamente tradicional, su tema
de estudio (textos clásicos griegos y latinos) y, particularmente, su concentración
en el sujeto, un concepto que había tendido a denigrar previamente. Foucault
murió en París, enfermo de sida el 25 de junio de 1984.
Algunas ideas
Es importante acuñar una noción de poder que no haga exclusiva
referencia al gubernativo, sino que contenga la multiplicidad de poderes que se
ejercen en la esfera social, los cuales se pueden definir como poder social. En
La verdad y las formas jurídicas, Foucault es más claro que en otros textos en
su definición del poder; habla del subpoder, de "una trama de poder
microscópico, capilar", que no es el poder político ni los aparatos de
Estado ni el de una clase privilegiada, sino el conjunto de pequeños poderes e
instituciones situadas en un nivel más bajo. No existe un poder; en la sociedad
se dan múltiples relaciones de autoridad situadas en distintos niveles, apoyándose
mutuamente y manifestándose de manera sutil. Uno de los grandes problemas que
se deben afrontar cuando se produzca una revolución es el que no persistan las
actuales relaciones de poder. El llamado de atención de Foucault va en sentido
de analizarlas a niveles microscópicos.
Para el autor de La microfísica del poder, el análisis de este fenómeno
sólo se ha efectuado a partir de dos relaciones: 1) Contrato - opresión, de
tipo jurídico, con fundamento en la legitimidad o ilegitimidad del poder, y 2)
Dominación - represión, presentada en términos de lucha - sumisión. El problema
del poder no se puede reducir al de la soberanía, ya que entre hombre y mujer,
alumno y maestro y al interior de una familia existen relaciones de autoridad
que no son proyección directa del poder soberano, sino más bien condicionantes
que posibilitan el funcionamiento de ese poder, son el sustrato sobre el cual
se afianza. "El hombre no es el representante del Estado para la mujer.
Para que el Estado funcione como funciona es necesario que haya del hombre a la
mujer o del adulto al niño relaciones de dominación bien específicas que tienen
su configuración propia y su relativa autonomía".
El poder se construye y funciona a partir de otros poderes, de los
efectos de éstos, independientes del proceso económico. Las relaciones de poder
se encuentran estrechamente ligadas a las familiares, sexuales, productivas;
íntimamente enlazadas y desempeñando un papel de condicionante y condicionado.
En el análisis del fenómeno del poder no se debe partir del centro y descender,
sino más bien realizar un análisis ascendente, a partir de los "mecanismos
infinitesimales", que poseen su propia historia, técnica y táctica, y
observar cómo estos procedimientos han sido colonizados, utilizados, transformados,
doblegados por formas de dominación global y mecanismos más generales.
En Los intelectuales y el poder, Foucault argumenta que después de mayo
de 1968, los intelectuales han descubierto que las masas no tienen necesidad de
ellos para conocer --saben mucho más--, pero existe un sistema de dominación
que obstaculiza, prohíbe, invalida ese discurso y el conocimiento. Poder que no
sólo se encuentra en las instancias superiores de censura sino en toda la
sociedad. La idea de que los intelectuales son los agentes de la
"conciencia" y del discurso forma parte de ese sistema de poder. El
papel del intelectual no residiría en situarse adelante de las masas, sino en
luchar en contra de las formas de poder allí, donde realiza su labor, en el
terreno del "saber", de la "verdad", de la
"conciencia", del "discurso"; el papel del intelectual
consistiría así en elaborar el mapa y las acotaciones sobre el terreno donde se
va a desarrollar la batalla, y no en decir cómo llevaría a cabo. En La
microfísica del poder indica que "el poder no es un fenómeno de dominación
masiva y homogénea de un individuo sobre los otros, de un grupo sobre otros, de
una clase sobre otras; el poder contemplado desde cerca no es algo dividido
entre quienes lo poseen y los que no lo tienen y lo soportan. El poder tiene
que ser analizado como algo que no funciona sino en cadena. No está nunca
localizado aquí o allá, no está nunca en manos de algunos. El poder funciona,
se ejercita a través de una organización reticular. Y en sus redes circulan los
individuos quienes están siempre en situaciones de sufrir o ejercitar ese
poder, no son nunca el blanco inerte o consistente del poder ni son siempre los
elementos de conexión El poder transita transversalmente, no está quieto en los
individuos". Aunque este párrafo pudiera hacer pensar que Foucault
disuelve, desintegra el principal tipo de poder, el estatal, o que no lo
reconoce, en otro apartado habla del concepto de subpoder, de los pequeños
poderes integrados a uno global. Reconoce al poder estatal como el más
importante, pero su meta es tratar de elaborar una noción global que contenga
tanto al estatal como aquellos poderes marginados y olvidados en el análisis.
Obras
Historia de la locura en la época clásica fue determinante en su trayectoria, por la
elección de su objeto (la sinrazón), por el lenguaje empleado (Bataille y Blanchot como fondo), por las referencias literarias (de Diderot a Artaud), por su engranaje con el giro cartesiano (Descartes fue siempre la frontera nueva del pensamiento,
según señaló hasta su muerte), por tratar el problema de la normalización desde el siglo XVII y XVIII, que es el prólogo a
lo que sucederá en la época contemporánea según irá exponiendo el resto de su obra hasta 1976. Como sucede con
los autores clásicos, la bibliografía y los casos sobre los que trabajó están
siendo revisados hoy, sobre todo a la luz de la publicación de sus Seminarios.
El nacimiento de la clínica, de 1963, fue su segundo trabajo importante.
Foucault rastrea el desarrollo de la medicina, específicamente la institución de la clínica. El tema central es el de la observación o mirada atenta, hasta la consigna de abrir cadáveres, promovida en los años de las turbulencias revolucionarias.
Las palabras y las cosas, de 1966, empieza con una discusión de Las Meninas de Diego Velázquez, y su complejo juego de miradas, ocultamientos y
apariciones. De ahí desarrolla su argumento central: que todos los periodos de
la historia poseen ciertas condiciones fundamentales de verdad que constituyen
lo que es aceptable o no, como, por ejemplo, el discurso
científico. Y
argumenta que estas condiciones de discurso cambian a través del tiempo,
mediante cambios relativamente repentinos, de una episteme a otra, según el término que introduce. Es una profunda reflexión sobre
el ser hablado y la posibilidad humana de conocimiento. Es una obra capital, dentro de su labor
intelectual, y puso al autor en el primer plano de la historia
del pensamiento.
La arqueología del saber, de 1969, representa su principal aventura en metodología. Lo escribió para lidiar con la percepción que se
tenía de Las palabras y las cosas. Hace referencia a la filosofía
analítica angloamericana, en particular a la teoría del acto discursivo. Dirige
su análisis hacía el enunciado, la unidad básica del discurso que considera
ignorada hasta ese momento. Los enunciados dependen de las condiciones en las
que emergen y existen dentro del campo del discurso. No son proposiciones, ni
declaraciones ni actos discursivos. En su análisis, considera los actos
discursivos serios en cuanto a su análisis literal, en lugar de buscar algún
significado más profundo. Es importante notar que de ninguna manera está
tratando de desplazar o invalidar otras formas de analizar el discurso.
Vigilar y
castigar, de
1975, empieza con una descripción muy gráfica de la ejecución pública del
regicida Damiens en 1757. Contra ésta, Foucault expone una prisión gris, 80 años después
y busca entender cómo pudo ocurrir tal cambio en la forma de castigar a los
convictos en un período tan corto. Estas dos formas de castigo tan
contrastantes son dos ejemplos de lo que llama "tecnologías de
castigo". La primera, la tecnología de castigo 'monárquica', consiste en
la represión de la población mediante ejecuciones públicas y tortura. La
segunda, el "castigo disciplinario", según dice, es la forma de
castigo practicada hoy día; este castigo le da a los "profesionales"
(psicólogos, facilitadores, guardias, etc.) poder sobre el prisionero: la
duración de la estancia depende de la opinión de los profesionales.
Foucault compara la sociedad moderna con el diseño de prisiones llamadas
panópticos de Bentham (nunca construidas pero tomadas en cuenta): allí,
un solo guardia puede vigilar a muchos prisioneros mientras el guardia no puede
ser visto. El oscuro calabozo de la pre-modernidad ha sido reemplazado por la
moderna prisión brillante, pero Foucault advierte que "la visibilidad es
una trampa". A través de esta óptica de vigilancia, dice, la sociedad
moderna ejercita sus sistemas de control de poder y conocimiento (términos que
considera tan íntimamente ligados que con frecuencia habla del concepto
"poder-conocimiento"). Foucault sugiere que en todos los planos de la
sociedad moderna existe un tipo de 'prisión continua', desde las cárceles de
máxima seguridad, trabajadores sociales, la policía, los maestros, hasta
nuestro trabajo diario y vida cotidiana. Todo está conectado mediante la
vigilancia (deliberada o no) de unos seres humanos por otros, en busca de una
'normalización' generalizada.
Hasta su muerte se publicaron tres volúmenes de la Historia de la sexualidad. El primero, La voluntad de saber, de 1976,
se sitúa en los dos siglos XVIII y XIX; trata del funcionamiento de la
sexualidad en relación con la emergencia del bio-poder, el "control total
sobre los cuerpos vivos", es decir, todas las políticas económicas,
geográficas y demográficas que establece el poder para el control social. El
poder se encuentra difuso, fragmentado, des localizado, es ubicuo, e impregna
todas las relaciones sociales. Ataca las "hipótesis represivas", la
creencia común de que hemos "reprimido" nuestros impulsos sexuales
desde el siglo XVII. Y propone una visión de la sexualidad como
"promovido" a través de la construcción discursiva del sexo. Sin
embargo, ésta supuesta libertad sexual se enfrenta continuamente al
"control sobre los cuerpos vivos", y el derecho de espada, la muerte,
típica de sociedades disciplinarias, ha cedido el paso a la
"interiorización de la norma", mecanismos más acordes con las
sociedades de control en las que vivimos. Por tanto, el autor concibe el
discurso sexual y la libertad sexual "lograda" en las últimas décadas
(o sencillamente deseada por aquellos que defienden la libertad) como un dispositivo
falso, que pretende distraer de lo que debe ser verdaderamente objeto de lucha
en nuestra sociedad: el control sobre nuestros propios cuerpos, sobre nuestros
deseos y pasiones.
El uso de los placeres y La inquietud de sí (1984), en cambio, tratan sobre el uso del cuerpo
y su moral ascética en la Antigüedad griega y romana. Un cuarto volumen, que
abordaba ya la era cristiana, estaba concluido desde antes, pero como no se
adecuaba al lenguaje de los anteriores, no permitió publicarlo.
Libros
- Enfermedad
mental y personalidad / Maladie mentale et
personnalité (1954; reed. en 1962).
- Historia de la locura en
la época clásica / Histoire de la
folie à l'âge classique. Folie et déraison (1961).
- Raymond
Roussel (1963).
- El nacimiento de la clínica / Naissance de la clinique. Une archéologie du regard médical
(1963).
- Las palabras y las cosas: una arqueología de
las ciencias humanas / Les mots et les
choses. Une archéologie des sciences humaines (1966).
- El
pensamiento del afuera / La pensée du dehors
(1966), ensayo breve.
- La arqueología del saber / L'Archéologie du savoir (1969).
- Siete
sentencias sobre el séptimo ángel / Sept
propos sur le septième ange (1970), ensayo breve.
- El orden del discurso / L'ordre
du discours (1970), discurso inaugural en el Collège de France.
- «Nietzsche,
la généalogie, l’histoire» (artículo), en: Hommage à Jean Hyppolite,
París, P.U.F., 1971, pp. 145-172. En español se ha editado como un volumen
independiente: Nietzsche, la genealogía, la historia, Valencia,
Pre-Textos, 1988, 2000 {ISBN 84-85081-97-8}.
- Esto no
es una pipa / Ceci n'est pas une pipe (1973),
ensayo breve.
- Vigilar y castigar / Surveiller
et punir (1975).
- Historia de la
sexualidad, 1: La voluntad de saber / Histoire
de la sexualité, 1. La volonté de savoir (1976).
- Microfisica
del poder (1980).4
- Historia de la
sexualidad, 2: El uso de los placeres / Histoire
de la sexualité, 2. L’usage des plaisirs (1984).
- Historia de la
sexualidad, 3: La inquietud de sí / Histoire
de la sexualité, 3. Le souci de soi (1984).
- La
pintura de Manet (1989), Alpha Decay,
Barcelona, 2004.
- Dits et
écrits (1994), 4 vols., recopilación de todos sus artículos y
entrevistas.
- Cours
au Collège de France (1997 y ss.), 13 vols.,
publicados por Gallimard-Seuil, fundamentales para entender su
pensamiento. Son:
- La
volonté de savoir
- Théories
et institutions pénales
- La
société punitive
- Le
pouvoir psychiatrique, 2003
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